Mediante la técnica de vídeo-EEG se analiza de forma no invasiva la actividad eléctrica cerebral, a través de la aplicación de electrodos en el cuero cabelludo, registrándose de forma simultánea la actividad clínica mediante un sistema de vídeo continuo. Es una prueba fundamental para el estudio de trastornos epilépticos y otros trastornos como cuadros confusionales, síncopes, crisis psicógenas no epilépticas, etc…
Los electrodos se colocan sobre las zonas correspondientes a las diferentes áreas cerebrales para detectar distintos patrones de actividad eléctrica y verificar la presencia de anomalías. Se utilizan generalmente gorros de electrodos, que están constituidos por una malla elástica, en la cual están insertados electrodos de plata clorada colocados según el Sistema Internacional 10-20. Cada electrodo posee un orificio por el que se introduce un gel conductor que facilita el contacto con el cuero cabelludo. En algunos casos se colocarán de forma independiente los electrodos sobre el cuero cabelludo, con la ayuda de una pasta conductora que mantendrá el electrodo adherido al cuero cabelludo. Aunque la exploración pueda resultar incómoda, los electrodos únicamente registran la actividad cerebral y no producen molestias.

Durante la exploración en algunos casos se solicitará al paciente que respire rápida y profundamente durante unos minutos (hiperventilación) y/o se aplicarán estímulos centelleantes (Estimulación Lumínica Intermitente). Estas maniobras pueden desencadenar alteraciones en la actividad cerebral, útiles desde el punto de vista de la clasificación del tipo de epilepsia.
La técnica de Vídeo-EEG se puede realizar tanto en vigilia (registros de 20 minutos aproximadamente de duración) como con privación parcial de sueño (registros de 1 hora aproximadamente de duración), estos últimos en aquellos pacientes con crisis epilépticas preferentemente durante el sueño o bien en aquellos donde los estudios convencionales no han mostrado anomalías.
Preparación para el examen: La noche antes de la exploración el paciente deberá lavarse el cabello y no debe aplicarse acondicionador, lacas ni aceites. Si el estudio se realiza con privación de sueño, deberá dormir pocas horas la noche anterior para de esta forma poder registrar sueño durante la exploración.