La migraña es una enfermedad muy frecuente, afectando aproximadamente al 16% de las mujeres y al 8% de los hombres. Consiste en la presentación de episodios recurrentes de cefalea de intensidad moderada o severa, pudiendo afectar a uno o ambos lados de la cabeza.  Otros síntomas que puede experimentar el paciente son:

  • Náuseas
  • Vómitos
  • Sensibilidad a la luz (fotofobia) y a los ruidos (sonofobia)
  • Falta de concentración

 

Hay varios tipos de migraña:

  • Migraña con aura: es un dolor de cabeza intenso que se acompaña de alteraciones visuales, principalmente luces tipo estrellas, líneas en zig-zag, pero también táctiles como adormecimiento en una mano que progresa de forma ascendente hasta incluso afectar un lado del cuerpo, o dificultades para emitir las palabras. Estos síntomas pueden debutar antes de la cefalea como síntomas “de aviso” y pueden durar entre 5-60 minutos.
  • Migraña sin aura: cefalea sin los síntomas previos que se observan en la migraña con aura.
  • Aura sin cefalea: el paciente experimenta los síntomas previos a la migraña sin llegar a desarrollar la cefalea intensa.

La frecuencia de los episodios de migraña es muy variable; hay pacientes que los padecen regularmente, mientras que en otros ocurren de forma muy excepcional.

 

¿Qué causa la migraña?

En la migraña se producen alteraciones en la señal del dolor de los nervios, un desequilibrio en los neurotransmisores implicados en el dolor, y alteraciones transitorias de los vasos sanguíneos en el cerebro y regiones circundantes.

Hay varios desencadenantes de la migraña que incluyen:

  • Hormonales: La migraña puede empeorar antes o durante la menstruación, en la mayoría de las mujeres mejora con la menopausia y algunas notan un empeoramiento con los anticonceptivos orales.
  • Emocionales: Estrés, ansiedad, depresión.
  • Físicos: Cansancio, dolor cervical, falta de sueño, jet-lag, hipoglucemia.
  • Dietéticos: Deshidratación, saltarse las comidas, alcohol y algunos alimentos como el vino, chocolate, embutidos, quesos (con alto contenido en tiramina).
  • Ambientales: Luces brillantes, luces parpadeantes, ruidos fuertes, olores fuertes, cambios meteorológicos.
  • Medicación: Anticonceptivos, algunos fármacos para la menopausia y el insomnio.

 

¿Cómo se diagnostica la migraña?

El diagnóstico de la migraña es clínico, ya que no hay ninguna prueba específica para su detección. Es importante completar un diario de cefaleas, anotando los síntomas acompañantes, la frecuencia y duración, para que su médico pueda realizar el diagnóstico con mayor exactitud. Si el paciente experimenta más de 15 días de migraña al mes, se considera que presenta una migraña crónica, y en caso de presentar esta afectación menos de 15 días al mes, se considera que presenta migraña episódica. Este último tipo es mucho más frecuente, ya que la mayoría de los pacientes experimentan entre 1-4 episodios al mes.

 

¿Cómo se trata la migraña?

Existe una gran disponibilidad de fármacos que se emplean tanto para aliviar la sintomatología (tratamiento sintomático) como para prevenir la recurrencia de episodios (tratamiento preventivo), estos últimos en pacientes con una elevada frecuencia de los mismos.

 

TRATAMIENTO SINTOMÁTICO

  • Analgésicos: Paracetamol y antiinflamatorios (ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco, nolotil) en casos de migraña de intensidad moderada.
  • Triptanes: Es una familia de fármacos que se utilizan específicamente para dolores de migraña de elevada intensidad. Entre ellos se incluyen: sumatriptán, rizatriptán, eletriptán, almotriptán, zolmitriptán, naratriptán y frovatriptán. Estos medicamentos inducen una vasoconstricción de los vasos sanguíneos cerebrales, revirtiendo la vasodilatación responsable de la migraña. Existen distintas formulaciones adaptadas a las preferencias de los pacientes (pastillas, sprays nasales e inyecciones subcutáneas). Para una mayor eficacia, deben tomarse al inicio de la migraña, antes de que se pongan en marcha los mecanismos inflamatorios que perpetúan el dolor.
  • Otros: Fármacos para aliviar las náuseas y vómitos, combinaciones de los anteriores, etc.

 

TRATAMIENTO PREVENTIVO

Si el paciente tiene una alta frecuencia de migrañas o los síntomas son muy invalidantes se puede considerar el empleo de fármacos preventivos, que deben ser tomados a diario. El objetivo de estos medicamentos es disminuir la frecuencia y/o la intensidad de la migraña para que el paciente pueda realizar una vida lo menos invalidante posible. Entre estos fármacos se encuentran los beta-bloqueantes, antagonistas del calcio, antidepresivos, etc

 

  • Botox y bloqueo occipital: El tratamiento con toxina botulínica está indicado en pacientes que responden incompletamente al tratamiento médico. También el bloqueo del nervio occipital mayor y menor es otra alternativa no solo para la migraña si no también para otras cefaleas crónicas.